Visita al Museo de Bellas Artes
El pasado martes mis compañeros de historia del arte y yo hicimos nuestra última excursión del instituto al Museo de Bellas Artes de Asturias. Iniciamos nuestro día visitando diferentes monumentos de Oviedo, mientras analizábamos los diversos estilos con lo aprendido durante el curso: la catedral, la universidad, la fuente de Foncalada y El Fontán entre otros.
A media mañana hicimos un descanso para almorzar y ya con el estómago lleno comenzamos nuestra visita.
El Museo de Bellas Artes es el museo de arte más importante de Asturias, ocupando tres históricos edificios de la ciudad de Oviedo: el Palacio de Velarde, la Casa de Oviedo-Portal y la ampliación en la Casa de Solís-Carbajal, que fue por donde entramos y comenzamos la visita.
Avanzamos por la primera planta hasta llegar a la zona del Palacio de Velarde, la más antigua del museo, donde se encuentran la mayor parte de las colecciones y algunas exposiciones temporales. Lo que más me llamó la atención de esta zona fue un hermoso patio interior con cubierta de cristal, la colección de obras de Zurbarán y el retablo de Santa María, donde nos hicimos una foto todos juntos.
Después de visitar varias salas y alguna que otra confusión para encontrarnos los unos a los otros llegamos a la casa de Oviedo-Portal, donde predomina la pintura asturiana del siglo XIX. Otros espacios están destinados al dibujo, grabado, fotografía, artes industriales y carteles de cine.
Sin embargo, mi zona favorita fue la última que visitamos, la ampliación, donde se expone una selección de las colecciones de arte contemporáneo de los siglos XX y XXI. Aquí encontramos obras de grandes artistas como Picasso, Dalí, Miró y una sala dedicada exclusivamente a Sorolla.
Es justamente en esta parte del museo donde se encuentra el cuadro que más me gustó, la Metamorfosis de ángeles en mariposa de Salvador Dalí. Creo que lo que más me impactó de la obra fue la calma que transmite. Al principio ni se me habría ocurrido que pertenece a Salvador Dalí, ya que el cuadro no sigue el estilo que tanto le caracteriza (podemos ver incluso la mano del autor en pintura azul).
Algo curioso del cuadro es que cuando comentamos lo que nos transmitía, mi amiga Laura y yo dijimos tranquilidad, mientras que otros compañeros dijeron angustia. Me parece increíble como un mismo cuadro puede transmitir sensaciones tan diferentes.
Celia Valbuena Álvarez (2º Bachillerato)





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